​Quiero compartir una de mis realidades más transformadoras. Recuerdo claramente un momento en el que anhelaba con toda mi alma un cambio profundo y definitivo. Me encontraba atrapada en excusas: que debía esperar a que mis hijos fueran más grandes, a tener un mejor horario de trabajo o a mudarme de ciudad. Invertí en cursos, talleres y libros, pero al final, nada parecía acercarme al cambio que deseaba. La respuesta resultó ser mucho más simple: necesitaba convencerme de que realmente merecía la vida que tanto anhelaba.

​

Fue entonces cuando decidí dar el primer paso, con lo que tenía y desde donde estaba. Aprendí que el sueño que tanto deseas debe creerse primero en tu corazón antes de que se convierta en realidad. Hoy te invito a comenzar tu transformación con lo que tienes y en las circunstancias que vives. No esperes más: el mejor momento para empezar es ahora.

​

¡Tu nuevo comienzo te está esperando!